Carta Mi muerte
No quiero que mi muerte sea tranquila y natural así como los cobardes aman que sea la suya.
Yo prefiero morir de manera violenta y fría como uno de esos héroes que admiro y leo día y noche.
Quiero que mi cuerpo sea azotado hasta que mis nervios desaparezcan, quiero que mis uñas sean arrancadas con un alicate, quiero que mi cabello sea arrancado junto con la piel, quiero que mis costillas sean quebradas una tras otra.
Deseo que los dedos sean cortados con una sierra afilada, deseo que mis piernas sean fileteadas hasta el hueso, deseo que mi abdomen sea abierto hasta los intestinos, deseo que mi lengua sea cortada como una serpiente.
Anhelo que mi pecho sea abierto con un cuchillo y mi corazón quede al descubierto, anhelo que mi cuello sea quebrado.
Espero que mis pulmones sean apretados con las manos, espero que mis muñecas sean atravesadas por un clavo de hierro, espero que mi cabeza sea desprendida de mi cuerpo.
Quiero, deseo, anhelo y espero que mi muerte sea como la de un valiente, como la de un rey, como la de un siervo, como la de un hijo, como la de un padre, como la de un animal.
Esa será mi muerte, ese será mi legado, ese será mi final, ese será mi inicio, ese será la paga por mi desobediencia.
